En la actualidad recuperar la salud o mejorar los síntomas de una afección es clave para la calidad de vida. Es por ello que han surgido diferentes tratamientos enfocados en atacar diferentes patologías. De este modo en la actualidad contamos con una amplia variedad de tratamientos cada vez más seguros, uno de ellos utilizando el ozono como un aliado para las células del organismo. Si estás interesado en una terapia de ozono en Sumel te contamos sobre este procedimiento para que tomes la decisión.
Terapia de ozono: ¿qué es?
La ozonoterapia es el empleo del Ozono Médico como complemento biológico apto y seguro para ser aplicado en el tratamiento de dolor crónico y de numerosas enfermedades, todas ellas en relación con el daño celular por exceso de radicales libres. Es importante aclarar que el ozono médico es una mezcla de bajas concentraciones de ozono con oxígeno medicinal y que de acuerdo a la presión del equipo utilizado impacta de manera positiva diferentes áreas del cuerpo gracias a su incidencia en la circulación sanguínea. Es por eso que estamos ante una alternativa excelente para complementar procesos de recuperación y ayudar a la renovación celular.
¿Para qué sirve la ozonoterapia?
La terapia de ozono ha sido ampliamente investigada durante la última década, lo cuál ha permitido ampliar su rango de interacción con otros tratamientos convencionales, así como las diferentes enfermades en las que cuenta con un impacto positivo para la salud. A día de hoy este tratamiento basado en el ozono cuenta con múltiples beneficios principalmente para el tratamiento del dolor y las inflamaciones crónicas. Esto se debe a que estimula las células para producir efectos analgésicos y antiinflamatorios fomentando así la reparación celular.
Otro uso muy frecuente del ozono es par ael tratamiento de infecciones tanto internas como externas que se han extendido por el cuerpo. El uso de este gas tiene propiedades antimicrobianas, es decir, contribuye a la eliminación de diferentes tipos de bacterias, protozoos y hongos que puedan estar causando infección en tejidos expuestos.
En este sentido, el uso adecuado y guiado por profesionales del ozono médico también puede ser muy útil en el tratamiento de pacientes que sufren procesos relacionados con la alteración del balance de óxido-reducción celular, es decir, con exceso de radicales libres. Moléculas que afectan el funcionamiento a mediano y largo plazo del cuerpo, además de que pueden ser factores de riesgo para desarrollar patologías crónicas.
¿Qué son los radicales libres?
La terapia de ozono combate de forma eficaz los radicales libres en el cuerpo y su acumulación en los tejidos circundantes. Sin embargo ¿Qué son? Se trata de moléculas inestables que se generan de forma natural en el cuerpo como subproducto del metabolismo y la respiración celular. Los radicales libres son altamente reactivos con otros compuestos como lípidos, proteínas, vitaminas e incluso las celulas y su material genético alterando su funcionamiento.
Si bien el cuerpo los produce de manera natural y así mismo está en capacidad de controlarlos a través del sistema inmunológico cuando se genera una producción a lo largo del tiempo puede tener efectos negativos ya que fomentan el envejecimiento prematuro de orgános y las funciones del cuerpo necesarias para una salud adecuada. Es por eso que este término se utiliza cuando se habla de dieta, de envejecimiento cutáneo y de diversas enfermedades con factores de riesgo o desencadenantes como el cáncer, la hepatitis y las úlceras gástricas.
¿Cómo funciona esta terapia?
Básicamente, el ozono médico tiene “efecto vacuna” sobre el organismo, ya que estimula las defensas antioxidantes mediante la provocación de una pequeña oxidación controlada. Esta estimulación carece de riesgo, pues los generadores modernos son incapaces de producir un impacto negativo en los tejidos. Gracias al aumento de oxigeno disponible y la estimulación se impactan tanto los globulos blancos como los fluídos en sí, elimando la acumulación de radicales libres a la par que ataca directamente las demás afecciones presentes en el cuerpo.
¿Cuáles son las formas de aplicación?
La terapia de ozono es ampliamente versátil. Esto significa que se puede administrar por cualquier vía, según la indicación, menos la inhalada. Está completamente prohibido respirar ozono. Generalmente es infiltrado en medicina del dolor, ayudando a regenerar y desinflamar músculos, tendones, ligamentos, discos intervertebrales y articulaciones; por vía tópica se usa para favorecer los procesos de cicatrización de heridas.
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Está demostrado que cuando el Ozono se pone en contacto con los líquidos corporales genera un estrés oxidativo en nuestro organismo que produce la estimulación de todos nuestros mecanismos antioxidantes, que traen como consecuencia la reactivación de nuestro sistema inmune.
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