Las camas hospitalarias de uso domiciliario se diferencian del hospitalario, no solo en cuestión de diseño o tamaño, sino de funcionalidad, comodidad y adaptabilidad a entornos distintos. Si estás buscando una cama para uso en casa, ya sea para un familiar o para ti mismo, es crucial entender estas diferencias para tomar la mejor decisión. Además, si no quieres comprar, siempre está la opción de alquilar una cama hospitalaria, algo que en Sumel te ofrecemos con facilidad. ¡Te contamos más!
Camas hospitalarias de uso domiciliario vs. hospitalario
Las camas hospitalarias de uso domiciliario están diseñadas específicamente para brindar comodidad y funcionalidad en un entorno familiar. A diferencia de las camas hospitalarias tradicionales, que están pensadas para entornos clínicos, estas camas se adaptan mejor a espacios más reducidos y a las necesidades de quienes requieren cuidados en casa.
1. Diseño y espacio
Una de las principales diferencias entre las camas hospitalarias de uso domiciliario y las hospitalarias es el diseño. Las camas para casa suelen ser más compactas, lo que las hace ideales para habitaciones pequeñas. Además, suelen tener un aspecto menos clínico, con colores y formas que se integran mejor en un entorno doméstico.
2. Funcionalidad adaptada al hogar
Las camas hospitalarias de uso domiciliario suelen ser más sencillas en cuanto a funciones, pero no por ello menos efectivas. Por ejemplo, una cama hospitalaria semi eléctrica es una opción popular para el hogar, ya que combina la facilidad de uso con un precio más accesible. Estas camas permiten ajustar la altura y la inclinación del respaldo con un simple botón, lo que facilita el cuidado del paciente.
Por otro lado, si buscas algo más avanzado, una cama hospitalaria full eléctrica podría ser la mejor opción. Estas camas permiten controlar todos los movimientos (respaldo, piernera y altura) de forma eléctrica, lo que reduce el esfuerzo físico del cuidador. Sin embargo, si prefieres algo más económico y sencillo, una cama hospitalaria manual también es una opción viable, aunque requiere más esfuerzo para ajustarla.
3. Resistencia y durabilidad
Las camas diseñadas para entornos clínicos son más robustas y cuentan con funciones avanzadas que las hacen ideales para uso intensivo. Suelen ser más grandes y pesadas, ya que están diseñadas para soportar un uso constante y para adaptarse a las necesidades de diferentes pacientes.
Las camas de uso hospitalario están fabricadas con materiales más resistentes, ya que están pensadas para soportar un uso intensivo. Esto las hace más duraderas, pero también más difíciles de mover y menos prácticas para un entorno doméstico.

4. Funciones avanzadas
Estas camas suelen incluir funciones avanzadas, como sistemas de monitoreo integrados, barandillas ajustables y opciones de posicionamiento más precisas. Sin embargo, estas funciones no siempre son necesarias en un entorno doméstico, donde la comodidad y la facilidad de uso suelen ser más importantes.
Conoce más sobre: ¿Es mejor una cama hospitalaria manual o eléctrica?
¿Comprar o alquilar una cama hospitalaria?
Ventajas de comprar una cama hospitalaria
Propiedad:
Esto significa que puedes usarla el tiempo que necesites, sin preocuparte por plazos de devolución o renovaciones. Si el paciente requiere cuidados a largo plazo, esta es una opción que te brinda tranquilidad y estabilidad.
Personalización:
Ya sea una cama hospitalaria semi eléctrica, una full eléctrica o una manual, puedes elegir la que ofrezca las funciones que más te convengan. Además, muchas camas permiten personalizar aspectos como el colchón, las barandillas o el sistema de ajuste, lo que garantiza mayor comodidad para el paciente.
Coste a largo plazo:
Aunque el desembolso inicial al comprar una cama hospitalaria puede ser mayor, a largo plazo puede resultar más económico, especialmente si necesitas la cama por un período prolongado. No tendrás que pagar cuotas mensuales de alquiler, y si la cama se mantiene en buen estado, podrás usarla en el futuro si surge otra necesidad. Por otro lado, si en el futuro ya no necesitas la cama, puedes venderla y recuperar parte de la inversión.
Ventajas de alquilar una cama hospitalaria
Flexibilidad:
Si necesitas una cama hospitalaria por un período corto, el alquiler es la opción más flexible. Por ejemplo, si el paciente se está recuperando de una cirugía o una enfermedad temporal, no tiene sentido invertir en una cama que solo usarás durante unas semanas o meses. Al alquilar una cama hospitalaria, puedes devolverla una vez que ya no la necesites, sin comprometerte a largo plazo.
Menor inversión inicial:
El alquiler es una excelente opción si no quieres o no puedes hacer un desembolso grande de dinero. En lugar de pagar el costo total de la cama, solo pagas una cuota mensual o semanal, lo que puede ser más manejable para tu presupuesto.
Mantenimiento incluido:
Una de las mayores ventajas de alquilar una cama hospitalaria es que el mantenimiento y las reparaciones suelen estar incluidos en el servicio. Esto significa que, si surge algún problema con la cama, la empresa se encargará de solucionarlo sin costos adicionales para ti.
Actualización de equipo:
En caso de necesitar un modelo con más funcionalidades, algunas empresas permiten cambiar la cama según las necesidades del paciente.
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Encuentra la cama hospitalaria que necesitas
Al final, la decisión de comprar o alquilar camas hospitalarias de uso domiciliario depende de tus circunstancias personales. Si buscas una solución temporal y económica, el alquiler es una excelente opción. Por otro lado, si necesitas una cama para un uso prolongado y quieres tener el control total sobre el equipo, comprar puede ser la mejor decisión.
En Sumel, te ofrecemos ambas opciones, con una amplia variedad de modelos, desde camas manuales hasta camas full eléctricas, para que encuentres la que mejor se adapte a tus necesidades. ¡Estamos aquí para ayudarte a brindar el mejor cuidado a tu ser querido!